Autor: Daniel Ruiz
"Tú tienes el control sobre tus
emociones, no lo pierdas. No se trata de no demostrar tu molestia, sino
de hacerlo mesuradamente, sin después arrepentirte de una acción
cometida en un momento de descontrol." Napoleón Hill El trading es una
disciplina profesional increíble, llena de retos, exigente y
extremadamente pasional. Me atrevería a decir que el reto de batir al
mercado en cada sesión, es una experiencia vital sin parangón. Todo este
flujo emocional es compartido por todos los operadores convirtiendo el
mercado en mareas de euforia y pánico en forma de volatilidad.
Es por ello que la mentalidad es tan
importante para tener éxito en el trading. Con el paso de los años, el
trader se va distanciando del análisis conductual y enfocando más sus
acciones hacia el autocontrol. No en vano, el trading se compone de tres
pilares básicos; el análisis, la gestión monetaria y la psicología. El
factor más determinante en los resultados es la psicología, que supone
el 60% del resultado, por este motivo conocerse a sí mismo es clave para
tener rentabilidad a largo plazo bajo cualquier tipo de operativa.
Esta conclusión nos lleva a plantearnos
de qué manera podemos llegar al autocontrol, puesto que de algún modo
podemos decir que controlar nuestros impulsos es controlar el mercado.
Sin embargo, no es una tarea sencilla. Podemos estudiar técnicas de
análisis y de gestión monetaria, ¿pero como podemos aprender a
conocernos a nosotros mismos como traders? Creo que los primeros pasos
para poder llegar a tener el control sobre nuestros impulsos es entender
que la psicología lo es todo y hacer un acto de reflexión profundo
sobre nuestros errores. Por este motivo voy a enumerar los principales
rasgos emocionales que tanto perjudican al especulador.
No cortar las pérdidas
La primera obligación del trader es
gestionar la pérdida. Si hay un rasgo común en todos los traders es la
aversión a las pérdidas. Para poder controlar nuestras emociones debemos
perder el miedo a las pérdidas y asumirlas con absoluta naturalidad.
Tenemos que entender que la pérdida es el coste de nuestro objetivo; la
tendencia. Las pérdidas forman parte de este negocio y hay que
aceptarlas. La clave no está en las veces que perdemos dinero, sino en
el % de capital que arriesgamos en cada operación y los ratios
riesgo/recompensa que logramos a cambio. Por ello, es crucial tener
políticas de gestión monetaria y un plan de trading en el que estudiar
rigurosamente todas las operaciones para tener estadísticas claras sobre
nuestro trading.
Contar el dinero
Como traders debemos tener un doble
objetivo; analizar la sesión mientras los mercados permanecen cerrados
para anotar en nuestro plan de trading las decisiones tomadas y
ejecutarlas en el transcurso de la siguiente sesión. La hoja de ruta
marca lo que queremos hacer en la próxima sesión. Una vez abre el
mercado, no pensamos, ejecutamos nuestro plan y dejamos de tomar
decisiones. Si pensamos en el dinero que ganamos o perdemos, haremos
asociaciones de consumo que influirán emocionalmente en nuestras
decisiones, lo que nos llevarán tarde o temprano, a tomar decisiones
impulsivas. Erróneas en cualquier caso.
Hacer trampas
A veces el trader pierde la humildad tan
necesaria ante las pérdidas y hace trampas en el mercado, como por
ejemplo saltarse un stop loss o cambiar de escala temporal para
justificar lo injustificable. El mercado es un flujo continuo de
emociones y los precios fluctúan. No hay verdad absoluta alguna en los
mercados, simplemente probabilidad. Dicha probabilidad se ve truncada en
el momento que rompemos nuestra estrategia. Lo peor que puede pasar es
caer en el auto sabotaje; cometer trampas y tener ganancias. Ello nos
llevará a creernos más listos que el mercado y tarde o temprano, el
mercado se cobrará esas ganancias con intereses.
Tratar de llegar a la certeza absoluta
Uno de los principales miedos del trader
es apretar el gatillo. Las mejores operaciones suelen darse en contra
de la tendencia dominante, eso implica ir en contra de la multitud. Por
este motivo, muchos traders tratan de encontrar en el análisis un exceso
de argumentos para tener la certeza de que su operación será ganadora.
No se trata de leer muchos indicadores de análisis técnico, simplemente
se trata de ejecutar el plan de trading y controlar muy bien la política
de gestión monetaria.
El éxito lleva a la complacencia
A veces los mercados cotizan vigorosas
tendencias que producen en el estado anímico del trader cierta
arrogancia. Una buena racha hace que muchos operadores pierdan un poco
la noción del riesgo, provocando una embriaguez de apalancamiento que
tarde o temprano lleva a la aniquilación de sus cuentas. Siempre tengo
presente que el mismo Jesse Livermore fue víctima de un exceso de
complacencia, tras hacerse multimillonario en el crash de 1.929. El
mercado es dinámico y jamás podremos tener el control sobre él. Lo que
sí podemos hacer es tener el control sobre nosotros mismos.
Buscar justificación en los argumentos
En lugar de analizar los gráficos en
base a la evidencia de los mismos, muchos traders tienen sesgadas sus
interpretaciones y tratan de buscar argumentos analíticos que
justifiquen sus decisiones. El arsenal de herramientas de análisis
técnico es excesivo y siempre encontraremos en alguna escala temporal o
en algún indicador, el argumento que justifique nuestra idea. El trader
tiene que mirar con objetividad el mercado y basarse en la evidencia.
Los indicadores sirven para complementar la información esencial que es
sin lugar a dudas el precio. Este es el reflejo del consenso entre todos
los participantes y estudiamos la batalla entre alcistas y bajistas,
para estar del lado ganador. Cada día es una nueva oportunidad de ganar o
perder dinero, por ello debemos actuar en base a lo evidente.
Formarse
Una de las cosas que más valor tiene en
los mercados financieros son las conclusiones a las que se llega. Las
conclusiones tienen un coste emocional y monetario muy elevado. Llegar a
conclusiones requiere pasar por diferentes etapas y el mercado responde
a ciclos económicos que tienen una longevidad de 5 años de media. Por
ello se requieren 10 años de experiencia para poder vivir dos mercados
alcistas y otros dos bajistas.
La formación implica un pequeño
presupuesto para dotarse de conocimientos sólidos y poder empezar
sabiendo las conclusiones que un operador experimentado puede tardar 10
años en llegar. Si se es avaricioso, no nos quedará más remedio que
hacer la formación del mercado y la factura del mercado no hará más que
incrementarse con el paso del tiempo.
No tener perjuicios
Mi primera tarea cuando enciendo mis
monitores consiste en hacer un pequeño ejercicio de meditación y
respiración. Posteriormente me digo a mi misma que hoy es un buen día
para perderlo todo. Esta advertencia sorprende a nuestros alumnos, pero
me sirve para recordar la amenaza del mercado si le pierdo el respeto.
Posteriormente miro el plan de trading y me concentro para ejecutar la
estrategia que he planificado durante el cierre del mercado. Con estos
ejercicios y el plan de trading tengo la mente clara y eso no me produce
angustia. Tener claro mi plan de trading me lleva a la claridad mental y
ésta me lleva a evitar tomar decisiones impulsivas basadas en el libre
albedrío del mercado.
El plan de trading
Uno de los peores errores que comete un
trader principiante es buscar un sistema de entradas que sea el santo
grial. El trading no consiste en tener un sistema de entradas perfecto.
El trading consiste en ejecutar una estrategia consistente que se
componga de los siguientes inputs:
1. Set up o entradas.
2. Stop loss o cortar la pérdida.
3. Money management o determinar el tamaño de la posición.
4. Stop break even o "ir gratis".
5. Stop profit o ilimitar la ganancia.
La correcta estructuración del plan de
trading nos llevará a su ejecución durante la sesión y eso provocará que
no seamos víctimas de los ticks.
Sobreoperar
Otro de los errores típicos del trader
consiste en sobreoperar. Eso no supone necesariamente una crítica hacia
el scalper. Hay sistemas de scalping perfectamente viables, sin embargo
el scalping consiste en posiciones muy apalancadas y ratios
riesgo/recompensa muy ajustados. Es una disciplina muy exigente y que
lleva a la ruina a todos los novatos. La ganancia está en la tendencia y
es mejor tener ratios de acierto menos exigentes, pero ratios
riesgo/recompensa más elevados.
No por realizar más operaciones
ganaremos más dinero. El bueno operador tiene la capacidad de permanecer
inactivo y ver las fluctuaciones del mercado con mucha frialdad. Los
presupuestos de riesgo son necesarios y tener objetivos de pérdidas y
ganancias se antoja clave para evitar sobreoperar. Querer recuperar y
querer ganar más, son lastres que perjudican a largo plazo nuestras
rentabilidades como traders.
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